miércoles, 14 de marzo de 2018

En un andar lluvioso


Tijuana hoy eres húmeda
como siempre de clima cambiante.
En el último miércoles de invierno
contemplo de ti una linda parte.



Hoy mis pies buscaban sensaciones de libertad
en relajado trote lento perseguí siete mil metros.
Quise alcanzar al matinal y profuso aire fresco
y una vez conseguido, la lluvia me alcanzó a mí...
refrescó mi acalorada piel
se llevó consigo mi sudor
creí ser abeja, libadora de dulce miel
creí beber el rocío como un sediento ruiseñor.




Mira lo que hacen las gotas de lluvia
como agujas e hilos líquidos
tejen una manta verde,
dispuestas a cubrirlo todo
para que el cerro luzca
su nueva primaveral vestimenta.




Dale lluvia a la bendita tierra 
verdor y aire fresco a mis días.
Dale sol a los tallos, hojas y hierba
y la bondad de los vientos del este. 

Dale días como estos a mi vida...




Cuando fui un niño muy pequeño
soñaba con ser un saltamontes...

Siendo chapulín vivía en un bosque espeso
mi bosque era hierba alta y olorosa.
Entre juncos y ramas extraviaba mi embeleso
hasta llegar a la cima de una aromática rosa.